¡Estamos de vuelta!

Y, en este comienzo de año, nos complace compartiros el regreso a este espacio que preparamos semanalmente con tanto cariño y en el que os mostramos la apasionante misión que tenemos, la más bonita del mundo: educar.

Al empezar el segundo trimestre algo nuevo, diferente y emocionante se está cociendo (¡nunca mejor dicho!) en las aulas de infantil…

¡El comienzo de nuestro Proyecto Huerto! Un Proyecto que nos tendrá ocupados y muy atareados durante los próximos meses.

En nuestra constante búsqueda por enriquecer la experiencia de los más peques nos hemos sumergido en la idea de crear un Proyecto mediante el cual puedan aprender de manera significativa, explorar la naturaleza y descubrir el fascinante mundo de la agricultura.

Creemos firmemente que el aprendizaje trasciende las aulas y se arraiga cuando se conecta con la realidad y los intereses genuinos de los niños y niñas.

Aprendizaje significativo desde la raíz.

En el corazón de nuestro Proyecto Huerto yace el principio del aprendizaje significativo. Queremos que cada niño no solo adquiera conocimientos, sino que también comprenda la importancia de lo que está aprendiendo en su vida cotidiana. Se trata de cultivar habilidades que les sirvan a lo largo de su crecimiento, fomentando la curiosidad, la responsabilidad y el respeto por la naturaleza.

Trabajando por proyectos: Desde la semilla hasta la cosecha.

¿Por qué un huerto? Porque creemos en el poder de trabajar por proyectos. Los proyectos no solo capturan la atención de los niños y niñas, sino que también les brindan un contexto real para aplicar y consolidar sus conocimientos. A través del Proyecto Huerto, trabajaremos las diversas áreas del aprendizaje, desde la autonomía hasta los lenguajes, pasando por el desarrollo de diferentes ODS.

La primera actividad de motivación: ¡Gracias familias!

La semana pasada dimos el primer paso hacia nuestro Proyecto con una actividad de motivación que contó con la activa participación de algunas familias. Un grupo de papás y mamás se encargaron de explicarnos las propiedades de varias frutas y hortalizas, llevando a cabo una pequeña representación en cada una de nuestras aulas. Para los niños y niñas, fue mágico. Sus rostros se iluminaban mientras escuchaban con suma atención cómo la lechuga, la zanahoria o la manzana les explicaban qué vitaminas tenían, cuáles eran sus formas de cultivo o cuándo debían plantarlas. Fue una actividad llena de significado, que culminó con un divertido baile. Desde aquí, nuevamente, gracias por vuestro apoyo y participación en esta experiencia inaugural.

Próximas sorpresas: Una puerta abierta a la intriga.

¡Pero esto es solo el principio! Permaneced atentos a las próximas publicaciones, ya que compartiremos más detalles sobre las emocionantes etapas por las que pasará nuestro Proyecto Huerto. Habrá sorpresas, descubrimientos y momentos especiales que no podréis perderos.

Acompañadnos mientras cultivamos no solo plantas, sino también el amor por el aprendizaje. ¡Juntos sembraremos las semillas del conocimiento y la curiosidad!

¡Feliz semana!